Discusión tras discusión. Aunque en realidad no podemos aguantar enfadados por lo que nada se habla, nada se aclara y por lo tanto, nada se soluciona. Seguramente soporte menos cosas, porque me importas más, tolero menos actos que ahora me fastidian bastante más, tal vez pienso demasiado, en ti, seguramente no tenga ni idea de hasta cuánto podemos aguantar, pero la cosa es hasta cuándo vamos a querer seguir... Tal vez no sean discusiones, solo opiniones distintas, diferentes formas de ver el mundo...
Tal vez... no estemos hechos el uno para el otro, y puede, que ya me haya cansado de que no funcione.
Porque no, no funciona.