- te puedo llamar Cabezota?
- Cabezota? Por qué?
- porque sé que lo serás hoy, mañana, pasado y seguramente, por siempre
- Es cierto que jamás podré admitir un error, jamás reconoceré que no merezco algo, jamás podré aceptar que otra persona tenga razón cuando estoy plenamente segura de mí misma. Sé que detesto pedir ayuda porque creo que no la necesito, que soy fuerte. Sé que cuando una idea se me mete entre ceja y ceja jamás podrás cambiarla.
- Si te fijas a cada jamás que dices, es un paso para dejar de serlo.
- Entiendo que me llames así, pero es algo que me afecta realmente, me hunde y hace que de creerme inmune, me sienta de lo más vulnerable...
- Sah, todos tenemos defectos...
Sus ojos húmedos brillaban... a ella no le gustaba ese defecto que tan sola la había dejado, o tan falsa le había sido ser.
- Esque no me gusta ser así, no soy así, no me etiquetes de eso, no quiero que me llames así, no me conoces..
Una lágrima desafíaba la gravedad deslizándose por su mejilla.
Ella no soportaba que tarde o temprano tendría que aceptar que siempre sería igual de Cabezota y que nada podría hacer de ella una mejor persona.
Que sí que la conocía.